Sí, sigo aquí, pese a unas semanas sin escribir nuevas entradas. A veces sentimos la necesidad de parar un poco, de frenar, de descansar de lo que acostumbra a ser nuestra rutina. El otro día una abuelita me preguntó si yo había tenido desprendimiento de rutina. Me hizo muchísima gracia, pero pensé para mis entretelas: pues sí, señora, debe de ser eso, que me he desprendido de mis actividades rutinarias. Entre el calor, el insomnio y el cansancio, poco se le puede pedir al cuerpo.
Y no es que me esté quieta, bueno, quieta bastante, que con este calorazo con el que nos ha obsequiado junio no hay quien se mueva más que lo justo y necesario. Estoy mentalmente activa, luchando con mi nueva novela que camina poco a poco, porque es peleona y no me deja avanzar a la velocidad que me gustaría, que debe de ser la que gustaría a cualquier escritor: pronto, rápido y bien. Que por cierto, os recuerdo que me encantaría que me ayudarais con lo de las
Tengo además varios proyectos en mente, personales y compartidos, de los que todavía no voy a daros información. Pero os cuento que mi novela Yo te cuidaré ha pasado a concurso dentro de Caligrama para ser republicada en un sello editorial tradicional. En septiembre sabré algo y, mientras, el gusanillo de la expectativa alimentará la ilusión durante todo el verano. Algo de televisión habrá también para entonces. Y un proyecto de novela infantil ilustrada.
Bueno, que aunque esté un poco desconectada de vosotros, ahí sigo, y no os olvido.
Muy bueno Marta.
Un beso grande.
Ommmmm
Que bien que hayas escrito algo, Marta!! Y qué bueno todo lo que explicas!! Me dejas con la entriga!! Suerte con lo de YO TE CUIDARE!!