Bicho raro

Nadie podrá decir que no lo ha intentado.

Buscó en los anuncios por palabras, en las páginas de contactos, en chats de todo tipo. Se movió durante meses por bares, discotecas, restaurantes y centros comerciales. Se arriesgó con citas a ciegas, programas de televisión y nocturnos de radio.

Por fin ha desistido. Debe resignarse a la idea de que es un espécimen abocado a la extinción.

No le teme ni le produce efectos secundarios; no le trae a la memoria recuerdos provocados por abusos en su infancia. Simplemente, no le interesa el sexo, y está harto de sentirse diferente y discriminado.

Ha sido incapaz de encontrar a alguien que quiera convertirse en su pareja, así que adoptará un perro maltratado y comerá hamburguesas frente al televisor.

Autor: Marta Estrada Galán
Dicen que algunos niños nacen con un pan bajo el brazo. Yo asomé al mundo con un libro y un cuaderno, solo que no me enteré hasta que a los once años comencé a devorar novelas y a escribir historias como si no hubiera un ayer en que también podría haberlo hecho. Luego llegó eso que llamamos vida, donde entre lectura y lectura, me convertí en lo que soy: escritora, aficionada a los paseos, a mantenerme en forma, al canto y al radioteatro, integrante de un coro y madre a tiempo total. Convivo con mis dos hijos, mi gata Nara y mis amigos que, aunque en la distancia, siempre están a mi lado.

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