Ausencias
Andrés se dio de baja del boletín de novedades, harto de recibirlo a diario y no echar ni siquiera un vistazo al contenido. Pero, los correos seguían llegando puntuales todos los días a las ocho de la mañana. Vamos, incluso podía utilizarlos como alarma para despertarse. Detestaba aquella presencia impuesta en su ordenador. Pese a la advertencia de que el …