Presentación
Hace unos días fui al cine a ver Vayana, una de las últimas películas de Disney. Fue algo inesperado, es posible que nunca hubiese elegido dicha película por mí misma. Pero resulta que uno de los personajes, la madre de la protagonista, está doblado por mi prima, la actriz Thais Buforn. Así que cuando ella me propuso asistir al estreno aquí en el pueblo, no lo dudé dos veces.
Muchos de vosotros la conoceréis. Thais me ha acompañado en dos de las presentaciones de Yo te cuidaré, y me encantaría volver a contar con ella en algunas de las que todavía vendrán.
Cuando éramos pequeñas, grabábamos historietas empleando distintos registros de voz. Se nos daba bien. Ambas poníamos imaginación y voces. Mi camino se decantó por lo primero, el suyo por lo segundo, si bien es cierto que también escribe. Conservo una de esas grabaciones… ¿Qué pasaría si la compartiera? Thais tenía cuatro años.
Después de la experiencia en el cine, pensé que estaría bien hacerle una entrevista a Thais. El mundo del doblaje me parece fascinante, sobre todo teniendo en cuenta que para los ciegos, las voces son absolutas protagonistas cuando nos sentamos frente a cualquier pantalla.
Por tanto, si te interesa saber más acerca de este arte…
Tu carrera como actriz empezó con el teatro, ¿es así? ¿Cómo se pasa del escenario a un estudio de doblaje?
Efectivamente, mi carrera empezó en el teatro. Un día estaba sentada en la oficina donde trabajaba (pues había acabado de estudiar Administración de Empresas y había tenido la suerte de encontrar trabajo enseguida) y de repente me sentí fuera de sitio. No me veía trabajando bajo unos fluorescentes toda mi vida, ocho horas al día o más. Yo siempre he sido una persona muy inquieta y necesitaba otra cosa. El teatro lo había “catado” en un grupo amateur de exalumnos de la universidad, y encajaba con mis necesidades creativas, así que en ese momento de revelación bajo los fluorescentes decidí inscribirme a las pruebas para entrar en el Institut del Teatre de Barcelona… y entré. Primero en Dirección y Dramaturgia y luego, al cabo de dos años, decidí pasarme a Interpretación (y tuve que volver a hacer las pruebas, esta vez específicas de actriz).
El problema es que, cuando acabas los estudios, se abre un gran vacío. Eso pasa en todas las carreras, claro, pero en el caso del teatro, si no tienes la suerte de tener las amistades adecuadas, o de salir en la tele en el culebrón de moda, y encima ya tienes una edad y tu físico es tirando a normalillo, empiezas a sospechar que no podrás vivir de ello. Por eso, te abres nuevas puertas.
Yo probé en doblaje, y la verdad es que no me ha ido tan mal. Podría haberme arriesgado y hacer solo teatro, pero los ensayos normalmente no se pagan (a no ser que trabajes en un teatro público o para grandes productores como Focus). Y como el actor de teatro se pasa normalmente más tiempo ensayando que actuando, los números no me salían.
Hice un curso de doblaje (demasiado caro, la verdad) y me empezaron a llamar para hacer “ambientes”, es decir, esas vocecillas de fondo que salen en las películas. Voces de relleno para que no suene el original cuando, por ejemplo, el protagonista entra en un bar abarrotado de gente. Luego empecé a hacer documentales, luego pequeños personajes invitados en series como Ley y Orden, luego algún personaje más importante, y luego ya empecé a hacer mis pinitos en el doblaje de 35mm (o sea, de cine). Y aún sigo en el mundo del doblaje, encantada de hacer un trabajo que me apasiona.
Nunca he dejado de lado el teatro, pero no es mi actividad principal, ni la que me da de comer. Lamentablemente…
Cuando pienso en dobladores, imagino una sala de grabación y un montón de gente sentada frente a una pantalla donde se proyecta la versión original silenciada. Estoy segura de que la realidad es muy diferente. ¿Puedes explicar una jornada habitual de trabajo?
No es tan diferente. El proceso es el siguiente (resumido):
El doblador recibe la llamada (o whatsapp) del departamento de producción de un estudio de doblaje, porque un director o directora de doblaje lo ha puesto en un reparto de doblaje de una serie o película. Se acuerda un día y hora, que normalmente no es con mucha antelación.
Cuando el doblador llega al estudio, va a la sala donde se está doblando el proyecto. El doblador nunca sabe qué va a decir, porque el guión traducido lo ve por primera vez cuando llega al estudio. Normalmente se graba “banda aparte”, es decir, que cada personaje se dobla por separado. Pero a veces se pueden llegar a juntar dos, tres o hasta diez personas en el atril, sobretodo si se están doblando “ambientes” (voces de relleno).
Cuando se empieza a doblar, el guión traducido (y ajustado para que coincidan las bocas) está en el atril. Se pasa el original las veces que haga falta para que el doblador ensaye el texto traducido sobre el audio original, y vaya midiendo los tiempos para que, cuando se grabe, se respete la sincronía. Normalmente se graba en silencio total, o sea que hay que haber medido bien dónde va cada palabra (y esta parte es una de las más complicadas del doblaje). Pero a veces, si se va mal de tiempo (las convocatorias de doblaje van muy ajustadas, el tiempo es oro en un estudio de doblaje), se graba con los auriculares puestos, por los que se emite el audio original. De esta manera, el doblador puede centrarse más en el guión que en la pantalla, aunque no es aconsejable abusar de los auriculares, porque se pierde práctica, y el doblador se “contamina” del tono y la musicalidad del original.
Cuando el doblador ha acabado de doblar su (o sus) personajes, se va. Pero el director de doblaje y el técnico se quedan para recibir a otros actores y actrices de doblaje. El horario es muy intensivo: normalmente se trabaja de 8 de la mañana a 10 de la noche, con una hora para comer.
Dices que el doblador no conoce el texto hasta que llega al estudio. Desde luego eso no encaja en la imagen que todos tenemos de los actores estudiando guiones con tiempo de antelación. Entiendo que al menos, el doblador sí ha sido informado del personaje o del ambiente que va a doblar. ¿Aceptas todas las propuestas que te llegan o puedes permitirte elegir qué tipo de doblaje te interesa?
Sí, es cierto, no encaja con la imagen habitual del actor estudiando el guión, pero en doblaje nunca se tiene el guión por avanzado. Es un tema técnico y de confidencialidad. Técnico, porque los traductores trabajan con plazos ajustadísimos, y muchas veces, cuando el doblador llega al estudio, el guión revisado y ajustado aún se está imprimiendo. Y de confidencialidad, por que los clientes (como Disney, Netflix, etc) son muy celosos de sus productos y de que se trabaje con el máximo secreto. La mayoría de las veces los dobladores tenemos que firmar contratos de confidencialidad para los proyectos que doblamos.
Como en todos los trabajos, hay ligas, galones, etc. Es decir, tenemos a los dobladores de primera división (normalmente los que llevan más años, y muchos de ellos vienen de familia de dobladores), tenemos a dobladores de ligas menores, y tenemos a gente que está empezando o que lleva años pero que no ha acabado de subir. Por “subir” me refiero a hacer protagonistas, o secundarios de lujo. O incluso publicidad (que está mucho mejor pagada y no se considera doblaje, sino locución).
Normalmente, solo los dobladores más importantes, los que tienen actor o actriz fijos, los que hacen cine y protagonistas en series, conocen de antemano qué van a doblar. Pero solo saben qué serie o peli será, y cuántos “takes” tendrán. No saben nada más, porque muchas veces son series o pelis nuevas que aún no se han estrenado.
¿Qué es un “take”?
El “take” es una unidad de medida útil para dividir el guión, y para saber qué ha de cobrar el doblador, porque cobramos por “take”. Un “take” son ocho líneas de guión cuando interviene más de un personaje, o cinco cuando solo habla uno. Creo que los únicos que se permiten el lujo de rechazar un trabajo son los dobladores de primerísimo nivel. Los demás nos contentamos con que nos llamen, incluso si es para dos “takes”.
¿Y cuando algo no sale bien? ¿Cuando hay que repetir? ¿También es un “take? ¿Y un grito o una respiración?
Cuando algo no sale bien, y se detecta en sala, se repite. Pero si se detecta después de que el doblador se haya ido, se le llama y se acuerda un día y hora para hacer el “retake”, es decir, cambiar lo que se deba cambiar. Puede ser por fallo del actor/actriz, por cambio de última hora, porque no se grabó bien…
Un take puede ser un grito o una respiración, sí. A cualquier ruido que no sea una palabra se le llama “gesto”. Si se puede aprovechar del original o de la banda sonora (“soundtrack”), se deja, pero normalmente se tiene que doblar.
Sí, me llamó poderosamente la atención que el pollo de Vayana estuviera doblado. Un personaje genial, por cierto.
Pasemos a temas más personales. ¿Qué tipo de personajes o ambientes has doblado? ¿Puedes enumerar series, películas o cualquier otro género en el que hayas intervenido?
Doblo sobretodo mujeres jóvenes, adolescentes o incluso niñas y niños. He hecho de todo: documentales, series de ficción, series de dibujos animados, pelis para cine, televisión o DVD… Tanto en catalán como en castellano. Algunos ejemplos: las películas de Campanilla en catalán (soy Rosetta, una de sus amigas), la película El Cazador y la Reina del Hielo (también en catalán, hago de novia del prota), la serie The Expanse (actualmente se emite en Netflix, e interpreto a Naomi), la serie de piratas Black Sails, también de Netflix, donde interpreto a Idelle, la serie Reign (otra vez Netflix), donde he interpretado a la reina Isabel de Valois en algunos capítulos, etc, etc.
En la página:
y su versión catalana (pero menos actualizada):
están las listas de la mayoría de mis personajes.
Actualmente, con la puesta en marcha de plataformas online como Netflix, Amazon o HBO, hay muchísimo trabajo. Los estudios están a tope.
¿Cuál es el personaje que más te ha gustado doblar, con el que más has disfrutado como profesional? ¿Y el que menos? ¿Alguno te ha hecho sufrir especialmente, tanto por la dificultad del texto o de los gestos como por el contenido del guión en sí?
El que más me ha gustado ha sido el que más me ha hecho sufrir jajaja: el de Kenzi en la serie Lost Girl. La actriz, Ksenia Solo, hacía un personaje muy histriónico, y era muy difícil de doblar. Pero muy divertido. Y después de unas cuantas temporadas le cogí mucho cariño. El que menos, pues la verdad, no lo sé… No me apasiona doblar según qué documentales, ni hacer según qué ambientes (eso es bastante aburrido, pero, como suele decirse, alguien tiene que hacerlo).
Los personajes dramáticos o que viven situaciones dramáticas son complicados, sobretodo si lloran y sufren mucho. Recuerdo alguno que me ha hecho llorar de verdad. Pero no puedes dejarte llevar por el momento, porque tiene que entenderse el texto, si no, puede caerte un retake.
¿Un personaje doblado por otras, de cualquier época, que te habría gustado doblar y en qué película o serie? Y tu sueño… ¿Qué personaje te gustaría doblar en el futuro?
¿O a qué actriz?
Me hubiera gustado doblar alguna serie mítica, como Los Ángeles de Charly. Y en la actualidad, me habría gustado doblar a alguna actriz joven con gran proyección, como Emma Watson. Pero con que pudiera doblar siempre a Rooney Mara (la doblé en catalán en la película Pan: viaje al país de nunca jamás) o a Jessica Chastain (a quien doblé también en catalán en El cazador y la Reina del Hielo”, ya me conformaría!
¿Tienes por ahí alguna anécdota que quieras compartir? Seguro que en un estudio de doblaje se viven situaciones de todo tipo.
Un día, doblando una escena de la película de terror Saw 1 en catalán, el director de doblaje, Jordi Vila (ya fallecido), se acercó a una compañera y a mí por la espalda, y nos dio un susto en uno de los momentos más tensos de la escena. Mi compañera pegó un salto que casi llega al techo.
Lo cual, imagino, provocó un “retake”.
No llegó a retake, porque aún no estábamos grabando, jajaja.
Bien, para terminar. ¿Cuál es tu opinión acerca de la salud del doblaje en España? Y por último, si hay algo que te gustaría destacar o añadir…
Hoy en día, el doblaje es una industria como cualquiera, con “timings” apretados, etc. Pero, gracias a las plataformas digitales como Netflix, HBO o Amazon, con muchas series que doblar, parece que vive un auge que no sabemos si será para mucho tiempo… Toquemos madera!
Muchas gracias por tu tiempo. ¿Te parece que podrías responder preguntas si mis lectores quisieran trasladarte alguna desde aquí?
¡Claro!