Conozco a un niñito inmigrante de unos cinco o seis años que me habla. Creo que tiene alguna enfermedad, pero no indago con su madre. Él me pregunta qué hago, refiriéndose a mi profesión.
—Y tú, ¿qué quieres ser de mayor?
Yo piloto.
—¿De aviones?
Nooo, ¡de bicicletas!
Casi lloro.
Mi chiquitín… ¡Qué maravilloso es para él poder llevar una bicicleta!!!… Ojalá algún día pueda hacerlo!!