BlackFriday

Dos bancos en un parque con el suelo cubierto de hojas rojas y amarillas

Como todos los viernes, acompañada por la cuidadora, Mercedes abandonó la residencia y se dirigió al parque para reunirse con su hija.

Vivía esperando ese encuentro. Dedicaba la semana a prepararse para los pocos minutos que Susana le destinaba, y la peluquería de los jueves marcaba el momento culminante de su ilusión. Era la secuencia ordenada de los acontecimientos. Primero, ponerse guapa, y después, el parque, la alegría efervescente de recibir unas migajas de cariño.

A la cuidadora le costó mucho explicar a Mercedes por qué los bancos estaban vacíos. La anciana jamás hubiera cambiado un día de compras desenfrenadas por un rato de calidez humana. Recogió unas cuantas hojas, hermosas hojas de otoño, y trató de apaciguar su llanto con la promesa de confeccionar con ellas un bonito regalo que ofrecerle a Susana. Para el próximo viernes.

Autor: Marta Estrada Galán
Dicen que algunos niños nacen con un pan bajo el brazo. Yo asomé al mundo con un libro y un cuaderno, solo que no me enteré hasta que a los once años comencé a devorar novelas y a escribir historias como si no hubiera un ayer en que también podría haberlo hecho. Luego llegó eso que llamamos vida, donde entre lectura y lectura, me convertí en lo que soy: escritora, aficionada a los paseos, a mantenerme en forma, al canto y al radioteatro, integrante de un coro y madre a tiempo total. Convivo con mis dos hijos, mi gata Nara y mis amigos que, aunque en la distancia, siempre están a mi lado.

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