De excursión al campo

La fiesta de Pilar

Hoy es un día de esos que los humanos llaman festivos. Mi médico de boca y de otras partes de mi cuerpo, me ha llevado de excursión con su familia de personas grandes. Nos hemos ido al campo. El campo es un lugar interesantísimo con olores de todo tipo, que podría poner un mercadillo de olores y me haría rico. Lo malo es que desde que un coche le dio un golpe fuerte a otro coche donde yo iba tengo miedo de estos aparatos de ruido que corren. Creo que lo superaré, pero me cuesta mucho.

En el campo había caballos. Me gustan los caballos. En mi primera casa de mis primeros humanos había caballos y, en otro sitio como un parque, también había un poni, que es un caballo que quiere ser grande pero no ha podido, y jugué con él a que me daba cabezazos y yo rodaba en plan croqueta por un prado. Era divertido.

Bueno, lo que decía del campo. Lo más guau es que también tenía un río, mucha agua que corre siempre para abajo y no se cansa. ¿Y sabéis qué había en el río? Patos. Entonces me he lanzado y he nadado, he nadado arriba y abajo, y los he perseguido. Mi humana dice que nadar y ladrar a la vez es muy difícil, pero a mí me salía solo. En mi primera casa que os digo había un pato que nos vigilaba a mis hermanos y a mí, no sabéis cómo nos regañaba si hacíamos algo mal. Menudo pico tenía el amigo pato… Era como la señorita Patenmeyer. Así que, cuando he visto a tantos como él allí tranquilos, he pensado: «Vamos a molestarlos un poco, y que luego se lo chiven al pato de la finca, que digo yo que tendrán mensajería instantánea, como la que tenemos los perros cuando dejamos mensajitos en los árboles, las farolas y sitios así». No les he hecho ningún daño, pero ha sido genial verlos tan alborotados y en estampida. He quedado agotado, eso sí.

Humanos, si a vuestro perro le gusta nadar, llevadlo al agua que corre o que se mueve en olas, y si le gusta jugar con otros animales, que lo dejéis, con cuidado, que algunos no son muy amigos, pero por probar…

Ah… y ahora que estoy ya en la casa de mi otro humano… ¿Cómo se susurra aquí?

Es que tengo un secreto muy grande sobre un pato…, pero os lo contaré otro día.

Autor: Inuk
Me llamo Inuk, me bautizaron con hojas del bosque y tengo una gran familia de humanos. Soy alegre, explorador, juguetón, cabezota, me gusta jugar, me encanta olfatear y observar todo lo que me rodea. Si me dejas, entraré en tu vida para abrirte mi corazón.

Los lectores piensan

  1. Hola Inuk
    Espero que te acuerdes de mí. Yo fui a tu casa para conocerte y decidir si eras el perro adecuado para Marta.
    Estoy muy al tanto de tu progreso y tengo que felicitarte. Me han dicho que te estás portando muy bien y que tienes un trabajo extraordinario, estoy muy feliz que sea así.
    Dentro de unos días tendré que bajar a Almería para la boda de un amigo (celebraciones de humanos) y me encantaría poder verte. Le he mandado un Whatsapp a Víctor para ver si puede quedar.
    He visto el video que te han grabado hoy y sinceramente, me he quedado gratamente sorprendido. Víctor es un educador y un adiestrador excelente, pero de nada sirve un buen maestro sin un buen alumno. Yo soy un humano al que le cuesta mucho emocionarse con las cosas, pero tu video y tu buen trabajo me gustó tanto que algunas lágrimas se asomaron por mis ojos. Pocas veces he visto un trabajo tan estructurado, reglado y ejecutado de esa forma tan majestuosa. Espero que ayudes a Marta en un futuro, tienes todas las papeletas para ser un perro guía ejemplar.
    Pero ahora, solo preocúpate por jugar, comer, descansar y aprender.
    No es que podamos esperar muchas cosas buenas de ti, es que ya has puesto el listón en la cima de la montaña más alta de este mundo.
    Un achuchón, cuídate.

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    • ¡Guau, Iván! Sí que me acuerdo mucho mucho de ti. Del laberinto, del balancín, del centro comercial de humanos, de los puentes… de todo todo. Cuando nos íbamos a dormir, mis hermanos y yo hablábamos de lo que hacíamos, que no sabíamos muy bien por qué, aunque era divertido, hasta que mi mamá perruna nos daba un hocicazo. Bueno, un poco sí que entendíamos que alguno de nosotros nos iríamos, que al principio daba pena, pero ahora estoy feliz de que me eligieras a mí, porque así he conocido a mis humanos y sé que me quieren y me querrán un montón.
      Me gusta mucho aprender y como veo que a mi humano lo pone muy feliz que lo haga bien, yo me esfuerzo mucho para copartir su alegría.
      Espero que pueda verte y darte unos buenos lametazos.

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  2. Oye, Inuk, que te dicen muchas cosas bonitas a ti, ¿eh? Será que te las mereces, ¿no? Pues ya tengo ganas yo de conocerte, chico! ¿Y dónde está ese vídeo tan chulo que ha visto Iván? Te mando un beso, y no te olvides de contarnos tu secreto cuando no te oiga el humano ese que tanto sabe y te enseña!

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    • ¡Tita Pepi! Es que es un vídeo de trabajo y creo que es cosa de unos pocos humanos, pero seguro que me harán más y entonces le diré a mi humana que te los deje ver. Sí… tengo mucho por contar y se me olvida porque juego mucho y aprendo mucho y duermo… bueno, casi mucho. Y contar mi secreto es un poco peligroso porque no sé si mi humano lee esto… aunque me da en el hocico que sospecha algo…
      ¡Lametón!

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  3. ¡Inuuuk!
    ¿Cómo es que te pusiste a asustar a los pobres patos? jajajaja
    ¡Eres un desvergonzado!
    ¡Con lo formal que has estado hoy y lo educado que eres!
    Ay cariño que te tengo que felicitar por todo lo que sabes. Es la primera vez que trabajo en esta ciudad como educadora y gracias a Víctor y a ti estoy aprendiendo muchísimo.
    Ojala llegar algún día a educar a un perro al nivel que tú estás.
    Me da envidia ver como trabajas con Víctor. ¡Por momentos pienso que yo nunca llegaré a ese estado de confianza y complicidad!
    Me derrito cada vez que te sientas y te pones a observar las cosas que te llaman la atención.
    Cuando resuelves algún problema que te pone Víctor y mueves el rabo, porque sabes que lo has hecho bien.
    ¡Ay que nervios tengo que dentro de poco empezamos el grupo de cachorros!
    Tienes que portarte bien, ¿eh?
    ¡Que fácil lo haces todo, bichín!
    ¡A ver si nos podemos ver de nuevo este fin de semana, que ya tengo ganas de volver a verte!
    ¡Y no me engañes más!
    🥰😍

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    • ¡Elisa! Eeeeejeeeeem… ¡Eso es un secreto! Aunque me parece mucho que me estáis pillando… Pero no, no, no, si soy buenecito… Es que jo, si me ponéis todo difícil pues tengo que ver cómo hacerlo, ¿no? Eeejeem. ¡No habría nadie que se invente dibujitos de estos que usáis los humanos? No sé, algo tipo “perro guapo tosiendo con la cabeza ladeada”… cosas así. Pensaré, igual pongo una empresa de edogis.
      Es que me gusta mucho observar, es muy interesante. Y resolver problemas también, aunque a veces me pongo un poco nervioso.
      Creo que a mi humana le pasa como a ti, que cuando se pone un poco tontita, piensa que no sabrá hacerlo bien, pero no sé por qué pensáis así. Yo solo necesito que os esforcéis tanto como yo, que me deis afecto y que me respetéis como lo que soy, nada más.

      Los patos… Solo era que jugaba porque la señorita Patenmeyer de mi casa de humanos primera era un poco…
      Seguro que nos vemos. ¡Lametón!

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